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Evitar que desaparezcan los corales

  • Los corales son uno de los ecosistemas con más capacidad para absorber dióxido de carbono

 

Los arrecifes de coral son de los ecosistemas más bellos y biodiversos del planeta; nadar entre ellos, observar cómo en unos cuantos centímetros coexisten cangrejos, peces de colores y muchos otros organismos en un entramado de relaciones, es una experiencia maravillosa.

En México, los arrecifes de coral se encuentran en los mares tibios -de Veracruz al Caribe y de Baja California Sur a Oaxaca-. Los forman cerca de 60 especies que representan 10% de las especies de coral que existen en el mundo. Estos arrecifes mexicanos albergan, además, a más de dos mil 500 especies que viven, se alimentan o se reproducen ahí.

Los corales son uno de los ecosistemas con más capacidad para absorber dióxido de carbono con el que forman las estructuras duras de carbonato de calcio de su “esqueleto”. Esta capacidad de absorción es una paradoja, porque el dióxido de carbono que ayudan a controlar, es uno de los gases que generan el cambio climático, y es este cambio climático, lo que los está matando.

Este decaimiento de los ecosistemas de coral está relacionado con la relación simbiótica que los corales tienen con un grupo de algas. Algo así como una intensa relación amorosa. Tan intensa que, sin esas algas, los corales fallecen. En esa relación simbiótica, las algas le aportan al coral nutrientes y oxígeno y el coral a cambio, les ofrece protección y también otro tipo de nutrientes.

Debido al incremento de la temperatura en el planeta y, por lo tanto, del mar, los corales se están comportando como kamikazes: expulsan a las algas y si éstas no regresan, sólo queda el esqueleto y al poco tiempo, el coral muere.
 
En los últimos años, este proceso conocido como “blanqueamiento” -porque la presencia de las algas es lo que ofrece también los distintos colores que tienen los corales-, se está dando en todo el mundo. En México, el Caribe Mexicano ha sido el más afectado.
 
En México, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad desde hace años, estudia los ecosistemas marinos y costeros que incluye un Sistema Satelital de Alerta Temprana de Blanqueamiento de Coral. Este sistema informa, casi en tiempo real, eventos adversos que pueden conducir al blanqueamiento.
 
Hay condiciones que escapan al control de lo que un sistema de monitoreo puede evitar, como el incremento de la temperatura en el que todos los países deben colaborar reduciendo emisiones de contaminantes provenientes del consumo de hidrocarburos. Pero hay otros, que sí podemos atender y que también provocan la muerte de los corales. Por ejemplo, los agroquímicos que se usan en la agricultura, las descargas de aguas residuales de pueblos y ciudades, el turismo descontrolado e invasivo de las grandes áreas turísticas. 
 
Si los arrecifes de coral colapsan, perderemos una de las maravillas de la naturaleza y se agravará el impacto de huracanes y tormentas en las poblaciones costeras. Estos sistemas, junto con manglares y humedales, son un amortiguador natural, absorben y disipan la energía de esos fenómenos.

POR MARINA ROBLES GARCÍA

@mroblesg

Subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental, de la Semarnat

Consulta el texto completo en El Heraldo de México


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